viernes, 13 de marzo de 2009

Semana 7: Renzo García

Bueno, en todos esos años que pasaron cambiaban muchas cosas en mi vida… Sobre todo los novios. Lo único que era constante, además de mis fieles amigos de barrio, era mi pasión por el baile. Bueno, todavía la tengo… pero en ese entonces era el baile en maquinitas. El DDR, como ya lo había dicho, o las máquinas de Pump.

Había pasado poco tiempo y estaba disfrutando mi verano jugando en un arcade cerca de mi casa y así conocí a Renzo, tal y como pasó con Oscar (semana 2). Era como si la historia se repitiera, sólo que en este caso, yo ya era una experta en el jueguito. A pesar de haber salido con tantos chicos antes, yo seguía siendo MUY joven, por lo que mi primera cita con Renzo fue en otra sala de juegos…. Sí! Nos pasamos la tarde compitiendo en videojuegos y la parte más emocionante era cuando invitaba el juego. Era tan sencillo y fácil hacerme feliz a esa edad… jajaja.

En fin, al poco tiempo conocí a sus amigos y fue el inicio del fin. Sus amigos me odiaban!!!! Al principio no entendía por qué, pero luego Renzo me explicó que era porque ellos adoraban a su ex, que también era amiga de ellos. La verdad es que no me importó mucho y la relación siguió normal (las citas seguían siendo en los jueguitos) hasta que llegó el día… la primera pelea. No me acuerdo ni porqué fue! Solo recuerdo que al día siguiente vino llorando a mi casa diciendo que el día anterior se había sentido muy mal por nuestra pelea y que sus amigos tratando de consolarlo lo llevaron a la casa de su ex. Claro! Definitivamente eso iba a ayudar a nuestros problemas!!! Los hombres son imbéciles o qué? Cierto, olvidé que ya todas sabíamos la respuesta: Sí!!!!! Felizmente yo era joven pero no idiota, y aunque me juró y rejuró que no pasó nada con ella, di por terminada la relación. Además si cada vez que peleáramos iba a correr a los brazos de la ex, teníamos un GRAN problema.

Así fue como terminó mi sétima relación casi al término de mis 14 años y es que todavía no había descubierto las salidas casuales… con distintos chicos…. NO, ese fue un privilegio que conocí mucho después… jajaja. Hasta ese entonces, me seguía amarrando con idiotas.

CONSEJO: Los amigos del novio…. Siempre son algo “importante”. Tienes que caerles bien desde un principio para que esten siempre de tu lado en caso de alguna pelea, o al menos en una posición neutral (no que lleven a tu novio derechito a la casa de su ex!). Si te odian desde un inicio… huye!!!!! No vas a llegar a nada bueno, solo peleas constantes. Los hombres no saben pensar por si solos… Siempre deben ir a consultar a los amigos… y ellos siempre tienen ideas “geniales”…

miércoles, 18 de febrero de 2009

Semana 6: Jaime López

Creo que dejé fluir las cosas demasiado y a un ritmo desenfrenado. Había pasado menos de un mes y se venía un importante campamento en los scouts. Tenía que prepararme bastante y concentrarme. Era la primera vez que iba en calidad de guía. Se imaginan? Dirigir a todo un grupo de chicas, organizarlas para las actividades, tener la comida lista a la hora, vigilar que coman bien, cuidarlas para que no se pierdan o accidenten, defenderlas bajo cualquier amenaza. En conclusión, me había convertido en madre.

Llegó el momento del campamento y yo estaba totalmente preparada. Todo transcurría con normalidad, excepto que había llegado un chico nuevo al grupo y todas las chicas estaban atolondradas. Era un niño de apenas 12 años, flaquito, rubiecito y narizón. La mayor parte del campamento mostró una expresión de timidez, pero ciertos momentos en que se divertía realmente dejaba ver una sonrisa linda y tierna. Obviamente volvió a las chicas locas y no dejaron de torturarlo todo el campamento. La verdad, me daba un poco de lástima. El pobre no pudo tener ni un momento de paz, pero me daban tanta risa las chicas que hasta invente una canción para que las chicas le canten. Creo que eso no mejoró la situación de Sebastian.

En fin, llegó la última noche del campamento y era tradición jugar a un tipo de escondidas en el bosque, envueltos por toda la oscuridad de la noche. Ahí fue donde empezó todo. Un amigo al que no le había prestado mayor atención anteriormente, Jaime López, fue todo un príncipe esa noche. Me acompañó toda la noche y cuidó que no tropiece con nada. Fue en el momento en que me tomó de la mano que entendí que pasaría algo más que un simple juego de acecho.

El juego fue interrumpido por unos sujetos extraños que rondaron nuestro campo. Al parecer nos habían seguido desde el pueblo y tuvimos que evacuar a toda la tropa del lugar y esconderlos en las montañas. Coincidentemente, nos tocó cuidar a los más pequeños en el mismo extremo, así que nos sentamos en una gran roca y conversamos por horas. Al principio mi mente volaba hacia donde estaba Ernesto (revisar semana 2). Tan valiente, regresando al campo peligroso a recoger a los chicos que faltaban para enseñarles el escondite. Sentía tanta admiración por él… Pero de alguna manera logré concentrarme en lo que me decía Jaime y de alguna manera extraña algo surgió.

Al momento de pasar el peligro, mandamos a los chicos a dormir y Jaime y yo hicimos guardia juntos. Estábamos echados en el pasto, uno al lado del otro, callados, simplemente viendo las estrellas en ese cielo tan despejado. Fue el primer beso más romántico. Todo era perfecto… hasta que volvimos a Lima. Ni bien pusimos un pie fuera del bus, Jaime corrió hacia su casa y no miró ni una vez para atrás. Me sentí la más estúpida del planeta. Pasó toda una semana para que se digne a hablarme por el msn y fue por ahí que me pidió disculpas por haber huido como un cobarde el día que llegamos. Dijo que se había puesto muy nervioso y no sabía que hacer, pero que yo le gustaba mucho y que le gustaría que le de una oportunidad más. Ese fin de semana nos vimos y empezamos una relación que duró 4 meses. Fue linda, pero muy tranquila y casi monótona. Después de terminar, para variar, nos convertimos en grandes amigos y nos contábamos de todo. Éramos pañuelo de lágrimas mutuamente. Siempre nos apoyábamos en todo y aconsejábamos. Todo eso se terminó el día que empezó con su actual enamorada Débora. Jaime se volvió un completo imbécil, mal amigo y totalmente mujeriego. De la que me libre! Jaja.

viernes, 13 de febrero de 2009

Semana 5: César Ávila

Pasó poco tiempo y me di cuenta que en verdad no quería volver a la misma situación con mi ex Oscar, así que deje los sentimientos volar y volé yo también. Mi época de soñadora continuaba, y entre sueño y sueño mis amigos me despertaron para contarme que OTRO chico de los scouts me tenía en la mira. Cesar era un chico alto, flaco y de rulitos con el que había conversado un par de veces. Nada en él había llamado mi atención, pero claro! Una vez que me contaron todo lo que sentía por mi lo miré y vi en él un Brad Pitt peruano! Jaja. Caí redondísima. Un día estábamos en una fiesta donde me la estaba pasando de lo lindo. En un momento, César me llamó para bailar con él. Estábamos bailando en un ambiente un poco más privado, con menos gente que en el salón principal, y ahí se me mandó. Yo no sabía qué decir, me puse tan nerviosa que de un jalón lo saqué al salón principal y empecé a bailar. Pusieron la canción “Carito” de Carlos Vives y de la nada todo el mundo me rodea y mirándome (él mirándome a los ojos) empiezan a corear “Carito dime que sí, que no me quiero morir”. Casi muero yo de la vergüenza! Estaba rojísima y a mitad de la canción ya le había dicho que sí.

Lamentablemente, los siguientes días que nos vimos la relación no fue muy bien. No nos habíamos dado el tiempo de conocernos primero y así darnos cuenta que no teníamos química alguna. Es más! Un poco más y el chico me decía “usted”!!! Fue graciosísimo. A las dos semanas me veían cortando con un enamorado más en el parque Kennedy. Se lo dije de la manera más educada y suave que pude pero el chico no me entendía… insistía en que no le corte. Llegó a desesperarme bastante.

CONSEJO: Nadie debería rebajarse a pedir que se queden con uno. Nadie tiene porque convencer cada día a su enamorad@ del porqué estar con ellos es la mejor opción. Si sienten eso, es porque no han hallado a la persona correcta aún. Simplemente dejen las cosas fluir y avancen.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Semana 4: Alex Soto

Mis 14 años fueron un poco agitados. Recuerdo que ese año mi amiga Ale me dijo que cambiaba de novios como me cambiaba de calzones. Tenía razón… pero es que jamás pude evitar ser una soñadora. Siempre trataba de tener mi cuento de hadas y en cuanto veía que no funcionaban, salía volando a buscar el siguiente. Sí! Así de fácil era cuando tenía trece, ahora tengo que rezar para que aparezca uno siquiera!!!

Habían pasado dos años desde que me uní a los scouts y seguía teniendo los mismos amigos. Vivían todos en un mismo edificio así que era sencillo verlos a todos. Se habían unido a nosotros más personas de fuera, pero todos éramos un mismo grupo. Uno muy grande, a decir verdad, y todos los días teníamos algo que hacer.

Alex me pareció simpático desde el día que lo conocí, pero jamás me animé a acercarme porque era mayor que yo y porque sabía que le habían llegado a gustar dos amigas mías (pero mis amigas no sentían nada por él). Pasó el tiempo y los dos nos hicimos muy buenos amigos, conversábamos siempre, pasábamos la tarde haciendo nada y cosas por el estilo. Un día en una fiesta que teníamos con todos nuestros amigos le dije que me gustaba y todo el rollo. Sí! A esa edad no tenía vergüenza! Tenía unas agallas y una seguridad en mí misma… el hecho es que capté su atención y desde ese día mis amigas no existieron más, sólo era yo.

Lamentablemente la relación no fue bien. Se terminó a los tres días de empezada. Yo volví a ver a mi ex (Oscar) y me confundí. Me pareció que no era justo para Alex, así que corté. Seguimos viéndonos a menudo hasta hace unos años que se fue a vivir a España. Hasta el día de hoy somos amigos y sonreímos cuando recordamos aquellos días. El se ríe porque dice que “lo perseguí hasta España” porque allá conoció a una chica muy parecida a mí y ha empezado una relación con ella. Buena suerte Alex!

jueves, 22 de enero de 2009

Semana 3: David Noceda

Fue un lindo amor de verano. Lindo, hasta que tuve que ponerle un fin. Había cumplido mis catorce años recientemente y, como era costumbre, pasé el final de un año viejo y el comienzo de uno nuevo en un lindo puerto al sur del país.
Era el mismo puerto de siempre, las mismas playas de siempre, los mismos familiares de siempre, pero un nuevo primo de mi prima Karen que gracias a Dios no compartía mi sangre!

Éramos chicos y estúpidos, por lo que después de habernos divertido tanto decidimos estar. Para que malograrlo todo?

Siendo honesta, no malogramos todo. Me acuerdo que cuando nos quedábamos en la casa de mi prima Adriana viendo películas, a la hora que se iba gritaba desde la calle hasta mi ventana en el tercer piso: “Renata te amo”!!! o el día que me dio paperas él fue el único que me visitó y me llevó una tarjeta súper linda! Estaba recontra feliz.

Las cosas se mantuvieron así por un tiempo… hasta que descubrí que estaba saliendo con otra chica al mismo tiempo! Resulta ser que era la mejor amiga de Adriana. Sí, el dicho es totalmente cierto: “Pueblo chico, infierno grande”!!! Absolutamente todo lo que haces, el pueblo entero lo sabe al día siguiente.
Pero, como bien recuerdo, mi impulsividad jamás ha faltado y lo primero que hice fue hacerle el roche de su vida en medio de la playa con todo el resto del mundo mirándonos!!! Se puso rojo como un tomate y gracias a Dios, después de ese momento, no se me acercó nunca más. Claro que al día siguiente ya estaba con la otra chica, a la cual también dejó para estar con otra. Ni modo, las ratas siempre serán ratas!!!!

MORALEJA: Mejor sola que mal acompañada!!!

CONSEJO: Los amores de verano son sólo eso, DE VERANO! Especialmente si viven en ciudades distintas. Así que mejor no complicarse la vida… diviértanse con todos los que puedan!! No se amarren a uno! Porque al final, ellos harán lo mismo!

Con respecto a hombres que no aprenden, les dejo esta peli: Todas contra John (John Tucker must die)

martes, 20 de enero de 2009

Pequeña anécdota

Sólo quería decirles que de todas las experiencias que vivimos siempre logramos aprender algo, siempre nos servirán en algún momento. Por ejemplo, aunque no lo crean, a mi me sirvió el haber conocido a Oscar Salas.

Era una noche fresca y calmada, o al menos eso pensábamos. Íbamos Pilar, Milagros y yo caminando por el puente Ricardo Palma para tomar un taxi. Pilar, astutamente, iba hablando por celular mientras avanzábamos. Es un momento Milagros y yo volteamos, de casualidad, y vimos que un joven mal aspectoso iba atrás de nosotras. Nosotras tratábamos de advertir a Pilar con la mirada, pero ella NO nos entendía. Debo decir que a pesar de tantos años de amistad todavía no podemos entender nuestras señas! Sí, tenemos problemas. Jaja. En fin, en un momento trate de mirar por el rabillo del ojo hacia atrás y ya era demasiado tarde. El chico estaba a un paso de nosotras y en un segundo estiró la mano y cogió el celular de Pilar. Yo, que felizmente todavía tengo reflejos, le cogí la mano y empezamos a forcejearnos, definitivamente el fue más fuerte que yo y huyó con el celular. A la entrada de Surquillo lo esperaba su “camarada” en una bicicleta y montados en el mismo vehículo, desaparecieron.

En ese momento algo despertó en mi y di a luz a Súper Renata!!!! No sé qué fue lo que pasó, pero en ese mismo momento hice correr a mis amigas y perseguimos al “choro”. Cuando nos dimos cuenta que sería muy difícil seguirles el paso, decidimos tomar un taxi. Pudimos abordar el tercer taxi ya que a todos los anteriores la “inteligente” Pilar les decía: Vamos a perseguir a un ladrón! Mientras que yo pude darle al tercer taxista una dirección real. Después de todo, lo único que sabíamos era que teníamos que entrar a Surquillo.

La decisión no fue del todo sabia, en verdad no fue nada sabia. Los contenidos en nuestras respectivas carteras costaban más que la reliquia de celular que tratábamos de recuperar. Pero, qué les puedo decir? No estaba pensando en ese momento. Lo único que sentí fue cólera porque esa era la 999 999 vez que le robaban el celular a mi amiga, y mientras ella pensaba qué marca y diseño de celular comprar ahora, yo tenía la sangre en la cabeza y empezaba a correr para recuperarlo.

Una vez en Surquillo recordé todo lo que me había enseñado Oscar sobre pandillas. Fue como regresar a los doce de un solo respiro. Fui capaz de indicarle al taxista el parque donde se reunían esos tristes chicos. Al mencionar el nombre del parque recuerdo claramente la mirada de sorpresa y miedo que el conductor me dio. Me preguntó: “Está segura?” a lo cual respondí sí con decisión y firmeza. Ni bien el carro volteó a la derecha vimos a los dos ladrones en la bicicleta, y para nuestra suerte, y por más estúpido que suene, fue ahí cuando dejé olvidado mi celular en el taxi. Regresé corriendo y felizmente pude recuperarlo. Logramos atrapar a los ladrones y, entre los gritos de cólera de nosotras y los golpes de los tombos, confesaron haberle vendido el celular a un taxista. Pero es que acaso creían que éramos idiotas? Habían pasado máximo 8 minutos cuando los encontramos, nadie encuentra un comprador así de rápido.

En un momento de tranquilidad mi cerebrito tuvo una brillante idea y le dije a Pilar que llame a su celular. Un señor contesto el teléfono y le pedimos que por favor llevara el celular a la comisaría en donde nos encontrábamos a cambio de una recompensa. El señor llegó y por sus declaraciones, se notaba a leguas que era un cómplice. Al final Pilar igual le dio una pequeña recompensa (yo le hubiera tirado una cachetada) y Milagros le dio una propina a los policías, porque a decir verdad, hoy en día no se encuentran policías tan serviciales.

En fin, esta es la fantástica historia de cómo me convertí en súper héroe. Por favor, no intentarlo! Es peligroso y jamás debimos hacerlo, tuvimos mucha suerte. El celular fue recuperado y por lo visto, la suerte de Pilar cambió. Bueno, no se emocionen, hasta hoy le siguen robando a Pilar, sólo que nunca el celular. Jaja

Ya que estamos en un lindo momento de risas les recomiendo este video graciosísimo. Chau!


lunes, 19 de enero de 2009

Semana 2: Oscar Salas

Después de vivir la experiencia más vergonzosa del planeta a mis 11 años (claro que no tanto como la de Laura), tuve la frescura y atrevimiento de salir con otro chico al siguiente año. Bien valiente yo no?

Tenía mis doce años recién cumpliditos y como les conté antes, encontré mi hobbie. Todos los días de mis vacaciones iba a las maquinitas de dance dance revolution y me divertía como una loca. Terminé hecha toda una experta.

Había otro chico en los scouts que me llamaba mucho la atención. Su nombre en este relato será Ernesto, y a pesar de que la vida ya me había tratado mal antes con José Carlos, esta se había propuesto no darme un maldito descanso. Así que tuve que conformarme con una interesante aventura amorosa unilateral.

Un día en que esperaba a Ernesto para encontrarnos en un centro de video juegos vi a un chico que me pareció muy simpático. No sabía por qué, pero simplemente me atrajo. Estaba justo en la máquina de baile que a mi me encantaba. No esperé más y en un segundo ya estaba trepada en la máquina. Le pregunté si quería jugar conmigo porque en esas épocas yo era principiante y él era todo un experto. Me dijo que sí y empezamos a jugar. El resto fue muy fácil, la conversación fluía. Lo curioso era que lo veía por todos lados, creo que inconcientemente ambos rondábamos cerca del lugar para ver si algún día la suerte nos llegaba y nos encontrábamos el uno al otro.

Oscar era el típico chico problema, siempre peleando con la familia, faltando a la escuela, perdiendo la vida. Era de entender, su madre lo trajo al mundo a los 16 años con falta de madurez y poco dinero en los bolsillos. Estudiaba en un colegio estatal, el cual prefería evitar y vivía en unas peligrosas calles, las cuales prefería no pisar. Un poco sorprendente saber que a pesar del entorno, Oscar no había adquirido las mañas de la calle, no iba robando, ni peleando ni consumiendo drogas, o al menos eso era lo que yo creía.

Al enterarse mi madre de esto puso grito al cielo, como era de esperarse, y trato de impedir lo que estaba sucediendo. Lamentablemente, era muy tarde, yo ya estaba encaprichada y a los ojos de una mujer encaprichada no existen más verdades que las que se quieren ver. Era la primera vez que disfrutaba una buena conversación caminando a través de calles oscurecidas por las altas horas de un anochecer de verano; era el simple placer de conversar y sonreír.

Estuve muchos días castigada y tuve muchas noches de escapadas. No terminaba un castigo y ya empezaba el siguiente, y a pesar de todo me gustaba, adoraba la adrenalina, los nervios, la locura. Recuerdo que conocí muchos sitios peligrosos, hasta nos persiguieron unos pandilleros que resultaron ser amigos de Oscar… Yo vivía la emoción día a día y al final creo que eso era lo que nos mantenía juntos.

Pelee con todo mi entorno, mi familia y mis amigos. Fue la primera cachetada, el primer correazo y la primera vez en que mis amigos que no parecían haber madurado me acorralaron y me dijeron unas cuantas verdades de frente. Lloré bastante, y cuando hubo llegado el momento correcto la relación terminó. Volví a tener la misma relación con mi familia y hasta el día de hoy conservo a mis amigos, quienes en todo este tiempo han sido lo único constante en mi vida. Siempre bromeaban conmigo. Cada vez que pasábamos por algún lugar peligroso decían que no había problema, pues estaban conmigo y yo conocía a todos los pirañas. Hasta hoy ellos siguen evitando esos caminos y yo… adoro tomarlos. Me trae recuerdos de cómo me encantaba saborear la vida.

REFLEXION: Con respecto al amor prohibido y a las madres tratando de prevenir desastres: Siempre es bueno dar oportunidad a las hijas de aprender sus propias lecciones, dejarlas vivir. Lo triste es que también hay lecciones que una madre jamás soportará ver a sus hijas aprender, porque sí, hay lecciones muy duras y que dejan huellas para toda la vida. Yo tuve la suerte de aprender bien la lección y sin sufrir terribles consecuencias.

Para esta semana recomiendo dos películas: Diario de una pasión (The notebook) y La joven Jane Austen (Becoming Jane). Ambas tratan de amores prohibidos con diferentes finales: uno romántico y uno realista. Espero que las disfruten.