martes, 20 de enero de 2009

Pequeña anécdota

Sólo quería decirles que de todas las experiencias que vivimos siempre logramos aprender algo, siempre nos servirán en algún momento. Por ejemplo, aunque no lo crean, a mi me sirvió el haber conocido a Oscar Salas.

Era una noche fresca y calmada, o al menos eso pensábamos. Íbamos Pilar, Milagros y yo caminando por el puente Ricardo Palma para tomar un taxi. Pilar, astutamente, iba hablando por celular mientras avanzábamos. Es un momento Milagros y yo volteamos, de casualidad, y vimos que un joven mal aspectoso iba atrás de nosotras. Nosotras tratábamos de advertir a Pilar con la mirada, pero ella NO nos entendía. Debo decir que a pesar de tantos años de amistad todavía no podemos entender nuestras señas! Sí, tenemos problemas. Jaja. En fin, en un momento trate de mirar por el rabillo del ojo hacia atrás y ya era demasiado tarde. El chico estaba a un paso de nosotras y en un segundo estiró la mano y cogió el celular de Pilar. Yo, que felizmente todavía tengo reflejos, le cogí la mano y empezamos a forcejearnos, definitivamente el fue más fuerte que yo y huyó con el celular. A la entrada de Surquillo lo esperaba su “camarada” en una bicicleta y montados en el mismo vehículo, desaparecieron.

En ese momento algo despertó en mi y di a luz a Súper Renata!!!! No sé qué fue lo que pasó, pero en ese mismo momento hice correr a mis amigas y perseguimos al “choro”. Cuando nos dimos cuenta que sería muy difícil seguirles el paso, decidimos tomar un taxi. Pudimos abordar el tercer taxi ya que a todos los anteriores la “inteligente” Pilar les decía: Vamos a perseguir a un ladrón! Mientras que yo pude darle al tercer taxista una dirección real. Después de todo, lo único que sabíamos era que teníamos que entrar a Surquillo.

La decisión no fue del todo sabia, en verdad no fue nada sabia. Los contenidos en nuestras respectivas carteras costaban más que la reliquia de celular que tratábamos de recuperar. Pero, qué les puedo decir? No estaba pensando en ese momento. Lo único que sentí fue cólera porque esa era la 999 999 vez que le robaban el celular a mi amiga, y mientras ella pensaba qué marca y diseño de celular comprar ahora, yo tenía la sangre en la cabeza y empezaba a correr para recuperarlo.

Una vez en Surquillo recordé todo lo que me había enseñado Oscar sobre pandillas. Fue como regresar a los doce de un solo respiro. Fui capaz de indicarle al taxista el parque donde se reunían esos tristes chicos. Al mencionar el nombre del parque recuerdo claramente la mirada de sorpresa y miedo que el conductor me dio. Me preguntó: “Está segura?” a lo cual respondí sí con decisión y firmeza. Ni bien el carro volteó a la derecha vimos a los dos ladrones en la bicicleta, y para nuestra suerte, y por más estúpido que suene, fue ahí cuando dejé olvidado mi celular en el taxi. Regresé corriendo y felizmente pude recuperarlo. Logramos atrapar a los ladrones y, entre los gritos de cólera de nosotras y los golpes de los tombos, confesaron haberle vendido el celular a un taxista. Pero es que acaso creían que éramos idiotas? Habían pasado máximo 8 minutos cuando los encontramos, nadie encuentra un comprador así de rápido.

En un momento de tranquilidad mi cerebrito tuvo una brillante idea y le dije a Pilar que llame a su celular. Un señor contesto el teléfono y le pedimos que por favor llevara el celular a la comisaría en donde nos encontrábamos a cambio de una recompensa. El señor llegó y por sus declaraciones, se notaba a leguas que era un cómplice. Al final Pilar igual le dio una pequeña recompensa (yo le hubiera tirado una cachetada) y Milagros le dio una propina a los policías, porque a decir verdad, hoy en día no se encuentran policías tan serviciales.

En fin, esta es la fantástica historia de cómo me convertí en súper héroe. Por favor, no intentarlo! Es peligroso y jamás debimos hacerlo, tuvimos mucha suerte. El celular fue recuperado y por lo visto, la suerte de Pilar cambió. Bueno, no se emocionen, hasta hoy le siguen robando a Pilar, sólo que nunca el celular. Jaja

Ya que estamos en un lindo momento de risas les recomiendo este video graciosísimo. Chau!


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